Los sueños se cumplen luchando y con ayuda de gente maravillosa.
Quería hacer hincapié en toda la gente que directa o indirectamente han hecho posible el sueño realidad de MOI Xarel·lo.
A Marta por apoyarme desde el principio en todo el viaje. En los comienzos cuando descubro el vino, me atrapa y se convierte en una obsesión. O como el día que tras una cata vertical de Manyetes con René Barbier, descubro lo que quiero hacer en la vida, como si hubiera vuelto a nacer. Todavía recuerdo su sorpresa al verme llorar de felicidad mientras se lo explicaba. Desde ese momento he tenido todo su amor y su apoyo haciendo que mi sueño se convirtiera en nuestro sueño.
A Rosa por habernos ayudado a hacer realidad nuestro sueño.
A los hermanos Pascual por el cuidado que le dan a la viña y que ha permitido que podamos disfrutar de MOI Xarel·lo.
A mi profesores. A Llaquet por que sin él no sé si todavía estaría a medio camino. A Juan por su gran consejo, a Agustí y Adolf por sus ánimos en los inicios. A todos ellos por alimentar la pasión.
A Ramón y a Rafa por su ayuda, porque han sentido el proyecto como suyo. A todos los amigos y amigas que me animaron, a los cercanos y a los están a distancia, a ellos que en todo momento querían saber como estaba el proyecto y han compartido mi pasión por el vino.
A Luki y Marta por ser tan especiales, por haber hecho la etiqueta más bonita del mundo. Por ayudarme a darle forma a la marca. Sin ellos no sería todo tan bonito.
A mis padres, hermanos y familiares que aún en la distancia han compartido con orgullo los pasos y etapas.
A Martí y Bernadette por ayudarme, por sus consejos y su buen saber hacer. Mil gracias.
A mi compañeros de Coexia por estar al lado y hacerlo más fácil el tener que compaginar trabajo y proyecto personal.
A Julián por su amistad, con él se disparo y acelero todo como una reacción en cadena.
A Silvia por su increíble y hermoso poema.
A Ian y Noa por ser mi otra pasión y amor.
Os quiero a todos, soy lo que soy gracias a vosotros.
MOI.